El Partido Liberal de Canadá, encabezado por Mark Carney desde marzo, logró una victoria crucial en las elecciones federales del 28 de abril de 2025, consiguiendo su cuarta victoria consecutiva. La campaña de Carney, centrada en el impulso del crecimiento económico y la firme postura contra las políticas comerciales del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, lo catapultó al liderazgo del país. Aunque la mayoría absoluta aún está en juego, el Partido Liberal superó a los Conservadores, ganando la mayor parte de los escaños en el Parlamento canadiense.
Mark Carney Logra La Victoria En Una Contienda Polarizada
Mark Carney, exgobernador del Banco de Canadá y del Banco de Inglaterra, ganó las elecciones federales, superando a los conservadores liderados por Pierre Poilievre. A pesar de que hasta el cierre de esta edición no se había confirmado si los liberales alcanzarían una mayoría absoluta en el Parlamento de 343 escaños, la contienda marcó un importante giro político en Canadá.
A lo largo de la campaña, Carney subrayó la necesidad de un cambio de rumbo frente a las políticas proteccionistas de Donald Trump, que incluyeron amenazas de anexión de Canadá y aranceles sobre sectores clave de la economía canadiense, como el acero, el aluminio y la industria automotriz.
Esta situación generó un fuerte rechazo entre la población, especialmente en las provincias más pobladas como Ontario y Quebec, donde los liberales ganaron un apoyo crucial.
El resultado de las elecciones también reflejó un cambio importante, ya que los conservadores, que durante meses estuvieron cerca de obtener la mayoría, vieron frenada su victoria por el creciente nacionalismo canadiense y la creciente tensión con Washington. La victoria de Carney es un claro reflejo del descontento con las políticas de Trump y su impacto directo sobre las industrias canadienses.
La Sombra De Trump En Las Elecciones Federales
El clima político en Canadá estuvo fuertemente influenciado por la guerra comercial impuesta por Donald Trump. Las políticas del presidente de EE.UU. hacia Canadá, que incluyeron la imposición de aranceles a sectores estratégicos, fueron un factor determinante en el comportamiento electoral.
Las provincias de Ontario y Quebec, centros manufactureros clave en la economía canadiense, se vieron especialmente afectadas por los aranceles a los productos de automóviles, acero y aluminio.
Mark Carney utilizó estas preocupaciones económicas para galvanizar el apoyo a su partido, prometiendo proteger los intereses nacionales y enfrentar a Trump en la arena comercial. Su mensaje de que “Canadá nunca será parte de Estados Unidos” resonó profundamente entre los votantes, especialmente en un contexto en el que las amenazas de Trump sobre la posible anexión de Canadá encendieron el sentimiento patriótico y el rechazo a la injerencia extranjera.
Un Cambio De Liderazgo En Un Momento Decisivo Para Canadá
La victoria de Carney no solo es un triunfo electoral, sino también un cambio de liderazgo significativo para Canadá. Con la renuncia de Justin Trudeau, quien estuvo al mando durante más de ocho años, Carney asumirá el cargo en un momento crítico, cuando el país se enfrenta a un panorama económico incierto debido a la guerra comercial con EE.UU. y los problemas internos derivados del aumento del costo de vida.
La elección de Carney, quien obtuvo el 86% de los votos en la interna del Partido Liberal, marca un cambio generacional dentro de la política canadiense. Aunque Carney no tiene experiencia política directa, su exitosa carrera en el sector financiero, su gestión durante la crisis económica de 2008 y su trayectoria como líder global en el ámbito económico le han otorgado una gran credibilidad.

Trudeau Cede El Paso A Carney En Medio De Crisis Interna
Trudeau, quien lideró Canadá desde 2015, anunció su renuncia en enero debido a su caída en las encuestas y el creciente malestar entre la población. La presión por el aumento del costo de vida, las políticas migratorias y la falta de una respuesta efectiva ante la guerra comercial con Estados Unidos contribuyeron a su declive. El nombramiento de Carney llega en un momento en el que la política canadiense está siendo reevaluada, y el Partido Liberal se enfrenta a un desafío mayor para mantener la unidad y la popularidad del electorado.
Promete Carney Frente Unido Contra Retos Futuros
En su discurso tras la victoria, Carney reiteró su compromiso de luchar por un futuro mejor para Canadá, defendiendo la soberanía del país frente a las amenazas externas. En referencia a la guerra comercial con EE.UU., Carney afirmó que “nosotros no pedimos esta lucha, pero los canadienses siempre están dispuestos cuando otros se rinden”. Además, añadió: “En el comercio, como en el hockey, Canadá ganará”.
Carney también aprovechó su victoria para recalcar que la relación de Canadá con Estados Unidos debe basarse en el respeto mutuo y la cooperación, no en la subordinación. “Los estadounidenses quieren nuestros recursos, agua, nuestra tierra, nuestro país, y si tuvieran éxito, destruirían nuestro modo de vida”, declaró, reafirmando que Canadá no será parte de EE.UU. “de ninguna manera”.
Con Carney al frente, se espera que Canadá enfrente un periodo de tensiones con Estados Unidos, pero también de reorientación de su política interna y externa. La próxima tarea de Carney será gestionar una nación profundamente dividida y restaurar la confianza en un gobierno que, en los últimos años, enfrentó crisis políticas y económicas.
El nuevo primer ministro deberá trabajar para garantizar que Canadá permanezca fuerte en su identidad nacional y competitivo en la arena internacional, mientras enfrenta una de las relaciones diplomáticas más tensas en su historia reciente.