El Día de la Candelaria, que se celebra cada 2 de febrero, es una de las festividades más esperadas en Nuevo León, y con ella, una de las tradiciones más arraigadas en la cultura mexicana: la venta de tamales. Este platillo ha sido durante generaciones una parte esencial de la celebración, y a medida que se acerca la fecha, los negocios en la ciudad se preparan para una alta demanda de tamales, lo que también ha generado un incremento notable en la producción de este delicioso manjar. El aumento de la venta de tamales es, sin duda, un reflejo de la importancia cultural y social que tiene esta tradición, que no solo une a las familias, sino también a las comunidades enteras.
La tradición del Día de la Candelaria
En México, el Día de la Candelaria se celebra con una serie de tradiciones que varían según la región, pero que coinciden en un punto común: la comida, especialmente los tamales. Esta festividad, que tiene su origen en las tradiciones católicas, conmemora la presentación de Jesús en el templo, pero también se ha convertido en una oportunidad para reunirse en familia y compartir. En Nuevo León y otras partes de México, el Día de la Candelaria está vinculado a la costumbre de comer tamales, y el 2 de febrero se convierte en una ocasión especial para disfrutar de este platillo tan representativo de la gastronomía mexicana.
Una de las razones por las cuales esta tradición se ha mantenido viva durante tantos años es la figura de la Rosca de Reyes, que se consume el 6 de enero. Según la tradición, la persona que encuentre la figurita del niño Jesús en su porción de rosca debe invitar los tamales el 2 de febrero. Esto genera una alta demanda de tamales en los días previos al Día de la Candelaria, ya que quienes cumplen con esta tradición deben hacerse cargo de preparar o comprar los tamales para compartir con su familia y amigos. De esta manera, los tamales se convierten en el platillo central de la festividad, y la venta de los mismos se incrementa notablemente en toda la ciudad.
Incremento en la producción de tamales
La venta de tamales, tradicionalmente un negocio familiar en muchos casos, experimenta un aumento significativo cada año durante los días previos al Día de la Candelaria. En algunos negocios locales, la producción de tamales se duplica para satisfacer la creciente demanda. Salma Ríos, responsable de un reconocido establecimiento de tamales en Monterrey, comentó en una entrevista para ABC Noticias que la producción diaria de tamales, que normalmente es de 50,000, se eleva a 100,000 durante estos días. Esta cifra es un claro reflejo del aumento en la demanda, que comienza a registrarse desde octubre y llega a su punto máximo en enero y principios de febrero.
Los tamales, que se preparan de diferentes tipos y sabores, son el producto más solicitado en esta época del año. Entre los sabores más populares se encuentran los tamales de carne de puerco, pollo y los más innovadores, como los de frijoles con queso y los de dulce. El hecho de que los negocios de tamales en Monterrey y otras ciudades cercanas tengan que aumentar su producción para cumplir con los pedidos refleja lo arraigada que está esta tradición en la cultura local.
Preparativos y pedidos anticipados
Los negocios que se dedican a la venta de tamales durante el Día de la Candelaria también se preparan para recibir grandes cantidades de pedidos por adelantado, lo que les permite organizar mejor la producción y garantizar que todos los clientes reciban sus tamales a tiempo. Esta estrategia es clave para satisfacer la demanda, ya que las filas de personas esperando su turno para comprar tamales en mercados, tiendas especializadas y puestos ambulantes son comunes en esta época del año. Las personas se acercan a estos establecimientos no solo para comprar los tamales, sino también para compartir un momento con sus seres queridos, haciendo de este acto una experiencia aún más especial.
La creciente popularidad de los tamales en esta temporada también ha llevado a muchos a preparar pedidos familiares, lo que significa que la venta por docenas se ha vuelto una práctica común. Las familias se agrupan para comprar grandes cantidades de tamales y compartirlos durante la festividad, lo que contribuye al ambiente festivo que se vive en las calles de Monterrey y otras partes de Nuevo León durante estos días. El compartir tamales en familia no solo es una tradición gastronómica, sino también un acto social que fortalece los lazos entre amigos y familiares.
Variedad y diversidad de los tamales
Uno de los aspectos más interesantes de la venta de tamales durante el Día de la Candelaria es la gran variedad de tipos de tamales que se ofrecen en los diferentes puestos y negocios. Los tamales de carne de puerco y pollo, que son los más tradicionales, siguen siendo los más populares, pero en los últimos años ha crecido la oferta de tamales con ingredientes menos convencionales. Los tamales de frijoles con queso, que ofrecen una opción vegetariana, y los tamales de dulce, que atraen tanto a niños como a adultos, se han convertido en una parte esencial de la oferta de estos negocios.
Además, muchos de los tamales se preparan con ingredientes locales y frescos, lo que les da un sabor único y auténtico. La calidad de los ingredientes y la dedicación en su preparación son factores clave para el éxito de los negocios de tamales en esta época del año. La demanda de estos productos refleja el aprecio de los regiomontanos por sus tradiciones gastronómicas y su disposición para invertir en productos de alta calidad para compartir con sus seres queridos.
El Día de la Candelaria en Nuevo León es una de las festividades más esperadas del año, y la venta de tamales se ha convertido en una parte fundamental de la celebración. La alta demanda, la variedad de sabores y la tradición de compartir tamales con familiares y amigos hacen de esta fecha un evento único en el calendario de la cultura regiomontana. Los negocios de tamales, por su parte, se preparan con meses de antelación para satisfacer esta demanda, lo que demuestra la importancia cultural y social de esta festividad. A medida que se acerca el Día de la Candelaria, la ciudad de Monterrey y sus alrededores se llenan de un ambiente festivo en el que el tamal, como platillo central, sigue uniendo a las comunidades y celebrando la tradición.